Casting - Marina

TIEMPO DE POST - DESPUÉS DE TRO9
Desde que me reuní con la garde, he intentado aprender lo más posible de cada uno. Me gusta entrenar con Seis y con Ocho, ellos son pacientes y amables conmigo. Me gusta pensar que algún día podré ser tan fuerte como seis, y de verdad que lo intento. Llego a la sala de entrenamiento en el ático de Nueve, algunos ya están ahí, Nueve por supuesto se pavonea sin camisa por el techo y Sarah pone los ojos en blanco. Sarah es la novia humana de John, me agrada bastante a decir verdad, ella y Sam son tan valientes, me recuerdan a Héctor. Mi buen amigo Héctor Ricardo, quién fue lo suficientemente sabio para aconsejarme, lo suficientemente valiente para luchar y lo suficientemente grande para morir por una causa que no era la suya.


A veces extraño mucho a Héctor, me gusta pensar que quizá lo veré de nuevo en Lorien; Sé que es tonto, es una fantasía, Lorien esta muerto y Héctor también, y aún que tengo la esperanza en que algún día Lorien se alzara a la vida, es inútil pensar que Héctor también lo haría. Esa es la mayor fantasía de todas. No puedes traer de vuelta a alguien que se ha ido. Al entrar a la sala y mirar a mis compañeros, sé sin embargo que no soy la única que a veces lo desearía. Puedo ver en los ojos de John la misma tristeza que a veces puedo sentir por la perdida de Adelina. Puedo sentir cuanto extraña a Henri, Puedo sentir la furia de Seis con cada golpe a sus Mogs de relleno, la misma furia con la que añora a Katarina, Puedo ver la tristeza oculta detrás de la encantadora sonrisa de Ocho sabiendo que aún echa de menos a Raymond, escucho llorar a Eli cada noche desde que llegamos aquí, llorar y gritar por sus pesadillas y la veo mirar vez tras vez el sobre con la carta de Crayton e incluso sé que detrás de la fanfarronería de Nueve el también daría cualquier cosa por tener de regreso a Sandor. Es entonces como comprendo que más allá de compartir el peso de Lorien, el peso de nuestros antepasados y la responsabilidad de nuestra causa, todos compartimos algo que es mayor, el dolor. 


Me duelen los músculos después de cada entrenamiento. Seis y Ocho e incluso John suelen ser amables conmigo pero Nueve siempre es duro 

-¡El inútil de Setrákus no va a tener piedad! - grita mientras me ruedo por el suelo intentando esquivar un golpe de su barra.

Me gustaría tener algún legado para defenderme, pero por ahora me basta con el entrenamiento físico aún que la mayor parte del tiempo me siento inútil siempre me inspira la bravura de Sarah y de Sam. Ellos al igual que yo carecen de cualquier clase de entrenamiento, pero incluso yo con mi telequinesis tengo ventaja sobre de ellos y no me voy a rendir.

CONTINUARA (...)